"EL PORFIRIATO"

Por: N. Alejandra Núñez Novelo

Las vías férreas, camino hacia la modernización.

Por muchos años se años se ha observado como los presidentes de nuestra República Mexicana, pasan y no dejan nada bueno en cuestión infraestructura, social, de educación o de desarrollo patrimonial, pero en el caso del Porfiriato que comprende del año 1876 a 1911  aproximadamente, se pudo observar un gran avance en todos los ámbitos, y mucho más en el de la economía y del desarrollo infraestructural de todo el país.

Las vías férreas fueron el principal impulsador de la economía; esto lo puedo deducir por lo siguiente:

·         La construcción de más de 20,000 kilómetros durante su dictadura fue muestra de la tendencia francesa que se pretendía implementar al país.

·         El territorio mexicano pudo conectarse y así acortar las distancias de viajes entre estados y estados.

·         Se abrieron nuevos caminos al intercambio de productos entre un lugar y otro, haciendo que las necesidades de algún estado sea complementado para el intercambio con otro.

·         Que la urbanización empezara a ser un tema de alcance de casi la mayoría del País (aunque al principio era muy selectivo el servicio del ferrocarril ya que, sólo podían utilizarlo la clase burguesa).

·         Es un símbolo de progreso ante otros países.

Para el ex Presidente Porfirio Díaz, la necesidad de tener modernizaciones en México era lo mismo que tener Paz entre los ciudadanos, antes no se podía hablar de progreso porque no se concebía tener tranquilidad y demostración de la modernización.

Es así como la economía crece con impulso de todos los proyectos que el ex presidente Porfirio Díaz da a México y que implementa como modelo a seguir durante todo su tiempo de presidencia.

Si volviera a estar en vigencia como presidente en nuestros tiempos, el general Porfirio Díaz, podría acabar con muchos problemas que están abatiendo a nuestro País, quizá no habría tanto rezago económico, quizá estuviéramos en mejor condiciones de relación con países, quizá pudiéramos competir a nivel estructura, a nivel educativa, a nivel artístico.

No es por demeritar a nuestros gobernantes actuales, pero las prioridades tan vanas que ahora tienen los presidentes no cubren ni a un 30% de los expectativas de las necesidades verdaderas que tiene nuestros país.

Por eso es que Don Porfirio es muestra perfecta de crecimiento desmedido, que si bien no era equitativo entre las clases sociales, pero si dio mucho a México.